Montag, 27. Februar 2012

Correa en la revista de FORBES

Otra vez este malicioso de Bonil

Nuestro amado presidente podría constar en el próximo número de la revista Forbes con sus 42,600,000 dólares ganados en menos de un año. Ya no tiene que envidiar a Alvarito Noboa, quien está en el puesto 125 de los más ricos de Sudamérica (igual que nuestro país en tecnología, eficiencia, inversión y 136 en corrupción). Como es sabido, allí figuran los mejores empresarios del mundo de acuerdo al peso de sus fortunas. La nación avanza y qué mejor en tiempos de revolución (aunque algunos maliciosos escriben esta palabra con b, debe ser porque la envidia mata). 

Nuestro mandatario anda tan alegre que no sabe qué hacer con tanto dinero. Lo ha ofrecido para fines verdes (no a su partido. Hay muchos adentro que tienen mucho más dinero que él con negocios a flor de piel con el estado, –Fabricio, su hermano, por ejemplo); no. Dice que irá al proyecto del Yasuní para que el petróleo se quede bajo tierra. Con su ejemplo, piensa él (o sus asesores) pronto vendrán nuevos mecenas, deseosos de gastar sus fortunas a cambio de seguir respirando aire puro. 

Pero también ha dicho que va a darles a los empleados del diario El Universo, porque como se quedaron sin camello y sin jefes (dos andan en la yoni, y otro refugiado en la embajada de Panamá, en Ecuador) a fin de que empiecen de nuevo como micro empresa, pero sin publicar cosas tan faltas de estilo como aquel que le ha causado tanto sufrimiento moral y psicológico. Ha ofrecido –igual- esos milloncitos “bien ganados” a los gamines, pirañas y canillitas que merodean el palacio de gobierno. Y si que tiene corazón puro, porque hay tantos en estos tiempos vagando por las calles de Quito, Guayaquil, Cuenca, Portoviejo….aunque creo yo no alcanzará para tantos. 

En fin, cada uno ve lo que hace con su platica. Y no entiendo por qué los intelectuales andan lloriqueando por ahí, con escritos y manifiestos condenando los pasos dados para conseguir esa fortuna (que no es grande si comparamos con los más ricos del planeta), ¿y por qué no hacen otra cruzada para condenar las fortunas logradas con el tráfico de armas, drogas, la destrucción de la naturaleza a través de la minería y el petróleo?

Pero él siempre mira más adelante que los otros. Ya imagina cuantos miles de millones va a ganar con más de cien periódicos en el mundo que han reproducido el articulito de Emilio Palacio “No a las mentiras”. ¡Es que una cosa es precio al detalle y otro al por mayor! Con tantas demandas en el extranjero, seguro que pronto alcanza el puesto de los diez más ricos del planeta. Y sin tener que comprar y vender valores, empresas claves de tecnología, sin invertir en la bolsa de Nueva York, sin adquirir acciones de campos mineros. 

Nuestro líder se ha dado cuenta que la escritura rinde, y por ello se ha rodeado en su gobierno de muchos escritorcitos (admirados en mi juventud) y periodistas que hacen muy bien su trabajo ahora. Unos andan de embajadores, otros de ministros, otros de cometintas en los medios del estado, otros que le soplan…al oído.  Me refiero a sus asesores. El oficio de escribir da buenos frutos, piensa él, y cuando el pobre estado no tiene dinero, ellos ponen de sus bolsillos para que las ideas de nuestras mentes lúcidas salgan a la luz y nos guíen hasta salir de una vez de la “oscura noche liberal” en pleno siglo XXI.

Al fin de cuentas, él es economista y domina los números, cifras y cálculos. Todo gracias a los periodistas. Ello es tener visión de negocios. Bill Gates fue el creador de Windows, revolucionó el mundo de la computación y se volvió millonario. Igual  Carlos Slim con las comunicaciones. Warren Buffet en armamento y petróleos. Es cuestión de olfatear e invertir. Son sabuesos que descubren hasta el hueso de un dinosaurio, cuando otros ven desierto. Sólo hay que acertar y él acertó. Que agradable será ver a nuestro amado presidente en la cima de Forbes, después de tantas infamias publicadas en el mundo; pues donde unos pierden, otros ganan en este país de los alemberg, gutenberg, valenberg….


Freitag, 24. Februar 2012

LOS LIBROS



De Rafael M. Arteaga, del libro Amores Estériles. 
Quito, 2007. Primera Edición.

Jóvenes de las brigadas nazis quemando libros en Salzburg, Austria, en abril de 1938.


Registran la cochera, los sótanos,
se ponen guantes de cabra y husmean 
con sus perros tras el espejo, bajo las camas,
en la letrina con sus papeles sucios;
mientras afuera la multitud, apiñada en su propia creencia,
a veces destruida por largas formaciones de soldados
y a veces ayudando al verdugo, se detiene
a un lado del camino para dar paso a los coches
con montañas de libros hasta la plaza;
los contempla, igual que cabezas cortadas
sobre la punta de una lanza:
entonces grita, profana,
suenan disparos en el aire,
entona himnos nacionales.

Las hojas envueltas en llamas
chamuscan a sus autores,
junto a médicos, sabios
y otros sospechosos de conspiración,
cuyos lamentos son inútiles,
como las lágrimas de un buey
en manos del carnicero.